11 mayo, 2024
El pasado jueves se cumplieron dos meses desde el cierre de uno de los locales emblemáticos de la vida nocturna en Santiago de Compostela, la Sala Malatesta. Las quejas de los vecinos por el exceso de ruido llevaron al cese de actividades de la sala, que ahora enfrenta un futuro incierto. Los responsables del establecimiento consideran perdida la temporada actual, que concluye en junio, y están considerando la posibilidad de reabrir en septiembre.
El primer revés que enfrentó el establecimiento ubicado en la calle San Lorenzo fue un incendio ocurrido el pasado mes de octubre, el cual requirió la evacuación de aproximadamente cien personas que se encontraban en su interior. El fuego se originó debido a un cortocircuito en el sistema de iluminación, específicamente en una de las luces LED de la sala. Según explicaron en ese momento los responsables del local, gracias a la rápida activación de los protocolos de evacuación y seguridad por parte del equipo de trabajo de la sala, «no hubo mayores consecuencias».
Este incidente resultó en la suspensión de los eventos programados y el cierre temporal de la sala para realizar obras de reacondicionamiento en sus instalaciones. En esa ocasión, la alcaldesa de la ciudad, Goretti Sanmartín, había confirmado que la sala contaba con licencia y que todo estaba en regla.
Sin embargo, cinco meses después, la Sala Malatesta se vio obligada a enfrentar otro cierre que continúa hasta el día de hoy. Las quejas de los vecinos por el exceso de ruido llevaron al Ayuntamiento a realizar mediciones acústicas, las cuales determinaron que se «excedían los niveles de ruido permitidos», tanto dentro de los hogares como en el exterior, explicó en su momento el concejal de Urbanismo, Vivienda y Ciudad Histórica, Iago Lestegás.
Esto condujo a la «suspensión de actividades» y, el pasado 9 de marzo, la Sala Malatesta cerró nuevamente hasta que se resolvieran las deficiencias. Desde la gerencia anunciaron que impugnarían esas mediciones acústicas, con las que «no estamos de acuerdo». Más de un mes después, el Ayuntamiento se reunió con los responsables de la Malatesta, donde se les informó que la única solución para reabrir es mejorar aún más el aislamiento acústico de la sala.
A pesar de su desacuerdo con la medida, desde la sala aseguraron que acatarían la decisión porque «si apelamos, no abriremos más». Sin embargo, la reapertura aún no está garantizada. En estos momentos, con la mirada puesta en septiembre, los responsables están evaluando presupuestos y considerando la viabilidad de volver a abrir. «Faltan las ganas de seguir ante tantos problemas que nos plantean», señalaba la responsable de la sala, Catuxa Irago.
Con capacidad para 400 personas, la Sala Malatesta es un establecimiento de referencia en el panorama musical de Santiago de Compostela, por lo que su cierre acarrea varias consecuencias. La principal es la pérdida de empleo para sus once trabajadores. Sin embargo, no son los únicos afectados, ya que la inactividad del local también impacta en promotores, artistas y colectivos asociados con la sala.
Por otro lado, la pérdida de espectáculos para la ciudad es un gran varapalo. Aunque algunos de los conciertos previstos están siendo trasladados a otras salas de Santiago, muchos otros están buscando espacio fuera de la ciudad.