31 mayo, 2024
Donald Trump se convirtió este jueves en el primer expresidente de Estados Unidos en ser condenado por un delito. Un jurado de 12 ciudadanos en Nueva York declaró a Trump culpable de falsificar los registros de pagos realizados a la actriz porno Stormy Daniels para comprar su silencio. Tras poco más de 11 horas de deliberación, el jurado concluyó de forma unánime que Trump cometió 34 delitos, incluyendo violaciones a las leyes de financiación electoral. A la salida del tribunal, Trump calificó la decisión como una «desgracia» y afirmó: «Soy un hombre inocente».
El juez Juan M. Merchan dejó a Trump en libertad sin fianza hasta el próximo 11 de julio, cuando se anunciará la sentencia. Trump enfrenta una pena de hasta cuatro años de prisión por falsificación documental.
A cinco meses de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, el veredicto ha generado un gran impacto en el panorama político. «El verdadero veredicto será el cinco de noviembre por parte de la gente, y ellos saben qué ha pasado aquí», dijo Trump ante los periodistas. Aunque una sentencia como esta podría arruinar la candidatura presidencial de cualquier aspirante, Trump ha aprovechado el juicio para presentarse como víctima de una «caza de brujas», un mensaje que ha reiterado en varias ocasiones.
Según las encuestas, el veredicto no parece afectar significativamente la intención de voto. La última encuesta del New York Times sitúa a Trump como ganador frente a Joe Biden, y una encuesta de NPR/PBS indica que el 67% de los estadounidenses no cambiarían su voto debido a una condena de Trump.
La fiscalía de Nueva York acusó a Trump de falsificar el pago de 130.000 dólares a Stormy Daniels, registrado como «gastos legales» en las cuentas de la Organización Trump. Este pago, inicialmente realizado por el exabogado de Trump, Michael Cohen, fue reembolsado con una suma de 420.000 dólares. La fiscalía debía demostrar que Trump compró el silencio de Daniels para influir en las elecciones de 2016, lo que constituiría una violación de la ley de financiación electoral.
El núcleo de la acusación era probar la intención de fraude de Trump, lo cual es difícil de demostrar. Todd Blanche, abogado principal de Trump, intentó desacreditar el testimonio de Cohen y argumentó que los pagos a abogados se registraban habitualmente como «gastos legales» en la Organización Trump. Sin embargo, Cohen afirmó que Trump ordenó el pago para evitar un escándalo durante la campaña y que Weisselberg, director financiero de la Organización Trump, explicó cómo realizar el pago sin implicar directamente a Trump.
El caso de Stormy Daniels es el único que ha avanzado a pesar de la estrategia de Trump de posponer los juicios penales en su contra. Los otros tres casos (fraude electoral en Georgia, documentos secretos en Mar-A-Lago, e intento de asalto al Capitolio) siguen detenidos debido a las tácticas legales de Trump.
El equipo de campaña del presidente Joe Biden declaró que el veredicto muestra que «nadie está por encima de la ley». Biden afirmó en un comunicado que Trump había «creído erróneamente» que no enfrentaría consecuencias por sus acciones. Biden también tuiteó: «Solo hay una manera de mantener a Donald Trump lejos del despacho oval, en las urnas».
Figuras destacadas del Partido Republicano, como el presidente de la Cámara de Representantes Mike Johnson, apoyaron a Trump y criticaron el veredicto. Johnson acusó a Biden de utilizar el sistema judicial contra Trump y afirmó que los demócratas no se detendrán ante nada para silenciar la disidencia.