17 mayo, 2024
El presidente de la Real Academia Galega, Víctor Fernández Freixanes, ha situado a Luísa Villalta como la representante de una generación que entendió qué significan el idioma gallego y la cultura para Galicia y como ejemplo para la sociedad de «activismo» y lucha «contra las injusticias».
Fernández Freixanes repasa la importancia del Día das Letras Galegas, que su institución celebra cada 17 de mayo desde 1963 como homenaje a una persona clave de la cultura gallega.
Hasta ahora, las mujeres no han tenido demasiada presencia, aunque este año Luísa Villalta (1957-2004) se suma a una lista de la que solo forman parte Rosalía de Castro, Francisca Herrera Garrido, María Mariño, María Victoria Moreno y Xela Arias.
«Para nosotros representa un poco esa mujer joven que representa una generación, en la que están otros autores como Lois Pereiro o Xela Arias, que se dieron cuenta de la posición de su idioma y de su lengua y lo hicieron de una manera muy plural, no solo con creación literaria», relata en una entrevista con EFE.
En su opinión, Luísa Villalta es uno de los máximos exponentes de la generación que constató qué significan «el idioma y la cultura para el país».
Por eso la Real Academia Galega se fijó en ella para rendirle homenaje durante todo el año y en especial este viernes, pues fue «una persona con una obra importante», que tocó «desde la poesía al teatro, a la narrativa y al ensayo».
Este último género es el que tiene «una de sus aportaciones más importantes» y «más interesantes», según Fernández Freixanes, porque también refleja su «activismo», que es otro de sus grandes pilares.
«Supo implicarse en la tensión social, en el país, en la construcción de una sociedad contra las injusticias y a favor del medio ambiente, como hizo con el Nunca Máis o contra la guerra de Irak. Es un ejemplo que queremos también transmitir al conjunto de la sociedad», continúa.
Eso es lo que tuvo en cuenta la Academia para su elección, tanto su obra como «la proyección social que esa figura representa» y «la ejemplaridad social de esa figura».
Eso ya ocurrió con Francisco Fernández del Riego, por «su lucha contra la dictadura y ese ejemplo del galleguismo en el exilio interior» o con Florencio Delgado Gurriarán, que ejemplifica el exilio en México.
«Cada figura tiene algo detrás», resume y subraya el papel de Villalta para «ejemplificar el compromiso de esa generación que toma conciencia de Galicia».
A lo largo de su carrera, la autora, con mucha obra para su temprana muerte a los 46 años, mostró «una sensibilidad especial» también por «su relación con la música» y sus numerosas cualidades.
Este talento musical es lo que rescata Fernández Freixanes para una antigua idea de la Academia, que es hacer un Día das Letras Galegas dedicado a una persona ajena a la literatura, como ha ocurrido hasta ahora.
«Es la fiesta de la lengua gallega y lo cierto es que la creación está también en otros muchos soportes. Esto es una opinión muy personal, pero la lengua también está presente y la creación hoy no es solo el texto y el libro, sino que también está en el cine o en la música», explica.
Uno de los objetivos de este día es precisamente fomentar el uso del gallego en el día a día, en lo que la Academia encuentra «problemas de socialización del idioma».
«Las nuevas generaciones pueden pasar por la escuela, pero la socialización es importante para normalizar su uso», recalca.
Y por esa razón vuelve a reclamar «un pacto alrededor de la lengua que integre agentes sociales y políticos» para proteger el patrimonio histórico de Galicia, que pasa por su idioma