17 junio, 2024
Apenas una semana después de ser nombrado académico de honor de la Real Academia Galega, el profesor y filólogo Takekazu Asaka presentó este lunes en Santiago de Compostela su nuevo libro, «Tres xograres da Ría de Vigo», un volumen acompañado de música en formato de disco CD en el que traduce ambos al japonés las cantigas de artistas como Martín Codax, Johán de Cangas y Mendinho.
El texto presentado hoy completa una aproximación a la poesía medieval gallega hecha por Takekazu, en el que se trasladan las cantigas de tres voces más singulares de nuestra lírica trovadoresca a la lengua japonesa: Martín Codax, Meendiño y Johan de Cangas, los tres vinculados geográficamente a la ría viguesa. La obra cuenta con un prólogo, escrito por la profesora Mercedes Brea, especialista en nuestra lírica trovadoresca, e incorpora también un CD en el que el Trío Amaluz pone música e interpreta en japonés las cantigas de los tres juglares.
El conselleiro de Cultura, Lingua e Xuventude, José López Campos, participó también en la presentación de una obra que, según explicó, «pone en valor la amplia trayectoria del ensayista, investigador y profesor, así como su compromiso y contribución con la proyección internacional de la lengua y cultura gallegas».
En este sentido, el responsable Cultura destacó la prolífica obra del autor japonés y su larga experiencia de más de tres décadas siendo embajador de la cultura gallega en Asia. «El trabajo del maestro Takekazu Asaka ayuda a construir y fortalecer el puente que hoy comunica las dos culturas con idiomas tan alejados tanto desde el punto de vista lingüístico como geográfico», señaló este.
El filólogo japonés, miembro de la RAG desde 2017, lleva más de tres décadas estudiando el gallego y su literatura y promoviéndolo en Japón. Este fue profesor de castellano en la Universidad Tsudajuku de Tokyo e impartió clases de gallego en varias universidades japonesas y en el Instituto Cervantes de Tokyo.
Llevó también a su idioma materno a Rosalía de Castro, Uxío Novoneyra o los poetas medievales, promovió su difusión a través de la música, editó manuales pioneros para el aprendizaje del gallego desde lo japonés, impartió durante más de quince años clases de la lengua de nuestro en varias universidades de su país y estudió desde su idioma fenómenos lingüísticos como la gheada, el pronombre de solidaridad y el infinitivo conjugado, entre otras aportaciones.