23 abril, 2024
1846.- Creyendo en la superioridad de sus fuerzas, Miguel Solís decide salir desde Santiago al paso de las tropas gubernamentales del general De La Concha que habían hecho noche en la localidad teense de Baamonde. Una decisión que desaprueba, por precipitada, la Junta Superior de Gobierno de Galicia, toda vez que nada se sabe de las tropas del 2º Ejército de Rubín de Celis que se encontraban en A Cañiza. Los dos fuerzas enemigas se encuentran y hacen frente, en torno a las diez de la mañana, en el alto de Montouto, en la parroquia de Cacheiras.
Las fuerzas de De la Concha pronto se hacen superiores a las de Solís gracias a sus seis batallones de infantería que totalizan 2.700 soldados, además de la artillería y 300 caballos que resultarían determinantes para ganar la batalla. Solís, ante la superioridad enemiga, decide retirarse hacia Santiago, perdiendo en el camino buena parte de la tropa así como sus reservas de munición. El ejército gubernamental les persigue en Compostela, en lucha calle por calle y casa por casa, con acciones de pillaje y saqueo que no respetaron a la población civil. Las crónicas más cercanas a la fecha describen un paisaje desolador de la ciudad compostelana, con el incendio de algunas casas y la acción desalmada de los vencedores.
Resiste Solís en San Martín Pinario, donde se refugia con lo que queda de su ejército y desoyendo el consejo del comandante Buceta de retirarse al monte Pedroso, hasta que por la tarde, agotada la munición y sin posibilidad de seguir resistiendo, capitula junto a otros 54 oficiales y 1,400 soldados, que pasan a ser presidiarios de las fuerzas vencedoras.
Curiosamente, en ese mismo día llega a Vigo el vapor fletado por los exiliados de Londres y París con armas y munición para el alzamiento.
1624.- La célebre son María de la Anunciación, monja profesora de la Concepción de Tui, acusada de herejía por la Inquisición, y dicen las crónicas que realmente loca según se desprende de su proceso, fue “reconciliada y reclusa en este día en el real convento de Santa Clara de Santiago”.
1874.- Una partida de siete facinerosos penetra en la iglesia parroquial de San Pedro de Lamaiglesia, en el municipio lucense de Pobra del Brollón, sorprende al vecindario y roba al cura, a quien pretenden crucificar, pero, reanimados los campesinos, logran deshacerse de los malhechores.