Se constituye de nuevo la comisión para modificar el himno gallego

El Parlamento de Galicia ha reconstituido la Comisión no permanente especial de estudio sobre la posible modificación de la letra del himno de Galicia, ya establecida en la legislatura anterior. Esta comisión estará presidida por la diputada del PPdeG Cecilia Vázquez Suárez.

Borja Verea, también del PP, ha sido elegido como vicepresidente, mientras que Mercedes Queixas, parlamentaria nacionalista, ha sido nombrada secretaria, manteniendo así los cargos de la constitución anterior. Sin embargo, en esta ocasión no hubo unanimidad en la elección.

En la sesión constitutiva celebrada esta mañana, los miembros de la mesa de la comisión deberán continuar con los trámites necesarios, que incluyen la aprobación de un reglamento de funcionamiento y un plan de trabajo con su correspondiente calendario.

Esta comisión se había constituido inicialmente el 28 de noviembre de 2023, pero no llegó a iniciar sus trabajos antes de que se disolviera el Parlamento debido a las elecciones autonómicas de este año.

La creación del nuevo órgano parlamentario contó con el acuerdo de todos los grupos, luego de que el pleno rechazara, con los votos del PP y el PSdeG, una iniciativa legislativa popular para modificar la letra del himno gallego, el poema ‘Os pinos’, de Eduardo Pondal.

La intención de esta iniciativa, debatida en septiembre del año pasado, era restaurar el texto «fidedigno» del himno, con el objetivo de corregir «numerosas erratas» mencionadas por el propio autor antes de su muerte.

Entre los cambios propuestos se incluye la modificación de la tercera estrofa a «mas sós os ignorantes e férridos e duros», en lugar de «iñorantes» y «féridos»; y en la segunda estrofa cambiar «chan» por «clan» en el verso «confín dos verdes castros e valeroso clan».

Estos errores se atribuyen a tipografías incorrectas o de otro tipo cometidos en la primera impresión oficial del texto en La Habana.

Tanto el PP como el PSdeG rechazaron tramitar la iniciativa legislativa, que contaba con casi 16.000 firmas y el apoyo del BNG. Sin embargo, propusieron la creación de una comisión de estudio para alcanzar un «amplio consenso social» y analizar la conveniencia de los cambios propuestos.