14 junio, 2024
La directora xeral de Mobilidade, Judit Fontenla, ha comparecido este viernes en el Parlamento de Galicia ante las «quejas y reclamaciones» recibidas por las incidencias producidas en el sistema de transporte público escolar a comienzos de curso y ha defendido que desde la Xunta «atienden y resuelven» los desajustes que se producen, que en todo caso son «puntuales».
En su primera comparecencia en el Parlamento tras tomar posesión de su nuevo cargo, Fontela ha defendido la «apuesta decidida» de la Xunta de «centralizar» en la Dirección Xeral de Mobilidade tanto la gestión del transporte escolar, que venía dependiendo de Educación, como del transporte compartido e integrado.
«Se refuerza así la coordinación y será positivo de cara a seguir cumpliendo con la mayor eficacia el reto que supone que los autobuses se adapten a los cambios sociales y demográficos y atiendan a todas las poblaciones en las que viven niños y niñas e edad escolar», ha expresado la directora xeral.
En la comisión cuarta, de Educación y Cultura, Fontela ha contestado al diputado socialista Julio Abalde que el sistema de transporte escolar «funciona correctamente», a pesar de que a veces se produzcan incidencias que «nadie desea».
Ha pedido, por tanto, «rigor y responsabilidad», porque considera que desde la oposición «construyen un relato en el que las incidencias o las quejas, siempre puntuales, se convierten en una causa general y en una problemática que afecta a todo el transporte de los escolares».
«Cada problema o desajuste que detectamos lo atendemos y tienen valor por sí mismos, porque son situaciones que hay que corregir y porque entendemos de la importancia del servicio», ha expresado.
Para la responsable de Mobilidade, la dimensión del problema no es tal teniendo en cuenta que el sistema de transporte escolar gallego es «el más amplio de todo el Estado».
«Galicia cuenta con 3.800 rutas -teniendo en cuenta el transporte integrado- que da cobertura a más de 36.500 paradas y presta más de 7.000 servicios en un día como hoy, en unos 700 centros escolares, llevando de la casa a la escuela y de la escuela a casa a más de 90.000 niños y niñas», ha informado.
Ante esto, ha señalado que es las incidencias que se produjeron al inicio del curso escolar, época en la que se producen «ciertos ajustes», están «resueltas a día de hoy».
Según ha informado, desde el comienzo del curso, la Consellería de Educación registró algo más de 181 incidencias notificadas, la mayoría «por retrasos al comienzo del curso», con una media de «seis quejas a mes».
Ha afirmado que las incidencias, por tanto «no son estructurales» y que las quejas recibidas «se atienden de forma singularizada e individualizada» y que aunque a veces haya retrasos a la hora de contestarlas «son resueltas, que es lo importante».
Por último, también ha informado sobre los incumplimientos por parte de los operadores y la «rigurosidad» de la Consellería al aplicar sanciones.
Así, en 2023 y 2024 los incumplimientos contractuales detectados en 19 de los 57 lotes de transporte escolar acabaron con 62 penalidades; mientras que seis están pendientes de apertura.
De estos 62 expedientes abiertos, 34 tienen que ver con las obligaciones de flotas.
Sin embargo, el diputado socialista Julio Abalde ha reclamado «una mejor planificación» en este servicio para que en el próximo curso escolar «no se repita el aluvión de críticas»
El dirigente socialista ha recordado que los problemas registrados tuvieron «impacto importante en la comunidad educativa», de la que se ha hecho eco incluso la Valedora do Pobo, que alertó de la falta de celeridad de la Xunta para corregir estas situaciones.
Según Abalde, la Valedora advirtió de retrasos de 8 a 11 meses en las respuestas de la Xunta, lo que de facto significa que las incidencias no se resolvieron en el propio curso.
El diputado socialista ha mencionado desajustes horarios, cambios de vehículos con los correspondientes retrasos, niños y niñas «tirados en las paradas» o vehículos inadecuados, sin medidas de seguridad.
Por ello, ha criticado que el Gobierno gallego limite estas cuestiones a puntuales cuando en muchos casos «sí que son cuestiones «estructurales».
«Cuando una familia tiene que mandar a andar a un niño pequeño dos kilómetros para llegar a la parada y ver que el bus no está, para esa gente el problema es del cien por cien», ha defendido Abalde.