29 mayo, 2024
La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) ha cifrado en más de 3.000 los falsos autónomos que realizan actividades sanitarias en Galicia, un número que ha elevado hasta los 138.000 en toda España.
Esta organización denuncia que miles de médicos y profesionales sanitarios funcionarios de la sanidad pública son contratados como falsos autónomos en la sanidad privada.
Al compatibilizar ambas actividades, «restan posibilidades para que nuevos profesionales del sector puedan tener estabilidad laboral», según UPTA, siendo contratados como trabajadores por cuenta ajena, tanto en el ámbito de la sanidad pública como en la privada.
«Esta situación perjudica seriamente la calidad asistencial de los profesionales sanitarios», sostiene el presidente de esta organización, Eduardo Abad, ya que tras «jornadas maratonianas» en la pública siguen con su actividad profesional en clínicas y hospitales privados.
Abad denuncia que el deterioro del trabajo autónomo «es evidente», ya que los profesionales de pequeñas clínicas «no pueden competir contra la fórmula de aseguramiento privado».
Así, ha lamentado el presidente de UPTA, los profesionales, falsos autónomos, que trabajan compatibilizando ambas actividades, perciben cantidades económicas por los servicios privados «muy por debajo de los costes medios necesarios para mantener una actividad económica con un rendimiento que permita la sostenibilidad de la actividad».
La principal medida para luchar contra esta situación sería la incompatibilidad de desarrollar la profesión en el ámbito público y en el privado de manera simultánea.
Esta medida, defiende Eduardo Abad, tendría un efecto positivo en la contratación laboral y permitirá luchar contra «competencia desleal» de los profesionales que desarrollan su actividad en sus clínicas, «aparte de luchar y perseguir el fenómeno del falso autónomo».
«Este es uno de los grandes feudos de laboralidad encubierta«, sentencia Abad, que achaca a esta fórmula de contratación que miles de jóvenes profesionales sanitarios «abandonen nuestro país para buscar relaciones laborales que les permitan vivir dignamente».