26 mayo, 2024
Miles de personas se congregaron este domingo en Palas de Rei (Lugo), convocadas por la plataforma ‘Por unha Ulloa Viva’, para protestar contra la macrocelulosa proyectada por la multinacional portuguesa Altri en la localidad. La manifestación, que causó retenciones en los accesos, atrajo según la organización a más de 20.000 participantes, casi siete veces la población de Palas.
La marcha comenzó en el polígono industrial y recorrió un kilómetro hasta la Praza da Feira por la carretera N-547. Más tarde, la portavoz de la Plataforma, Marta Gontá, afirmó que esta protesta es «un segundo golpe en la mesa» tras presentar 25.000 alegaciones contra la fábrica de lyocell, una fibra vegetal extraída principalmente de eucaliptos.
Gontá subrayó el rechazo al proyecto de la multinacional portuguesa, calificándolo de «atentado directo a nuestra manera de vivir y a nuestro medio ambiente». En un mensaje contundente, aseguró que «Altri no se va a instalar aquí; es momento de que abandonen este proyecto y vuelvan para Portugal», acusando al proyecto de intentar privatizar recursos y bienes comunes para el lucro de unos pocos y pidió a los partidos políticos que tomen una postura clara a favor de los vecinos y en contra del proyecto.
Los manifestantes llegaron en coches y autobuses, entonando consignas como «A auga é nosa e non da celulosa’ y la protesta contó con la participación de productores locales, colectivos ecologistas, sindicatos como la Central Intersindical Gallega, y partidos políticos, incluyendo el BNG y Sumar.
En esta línea, la líder nacionalista Ana Pontón, instó al PP y al PSOE a escuchar «el clamor» de la protesta, denunciando que la macrocelulosa pone en riesgo miles de empleos en la comarca y en la desembocadura del Ulla. Así, criticó al PP por querer financiar el proyecto con 250 millones de euros de dinero público y al PSOE por su equidistancia en este asunto.
Por su parte, Yolanda Díaz, líder de Sumar, expresó su oposición a proyectos industriales contaminantes como el de Altri en un vídeo enviado a los medios, mientras que Juan Díaz Villoslada, candidato de Sumar a las elecciones europeas, advirtió sobre los riesgos de contaminación que el proyecto supone para el río Ulla y la ría de Arousa.
Al final de la marcha, Maika Sánchez Fuciños y Mónica Cea leyeron un manifiesto emotivo desde la perspectiva del año 2030, recordando el 26 de mayo de 2024 como el día en que todo empezó a cambiar. Resaltaron la victoria de la gente de Galicia en detener el proyecto, defendiendo la tierra, el aire y el agua contra lo que calificaron de expolio por parte de las empresas especuladoras.