17 julio, 2024
2000.- José Ángel Valente, poeta español, ensayista y abogado fallecido en Ginebra el 18 de julio de 2000, sin duda uno de los escritores más importantes de las letras hispánicas del siglo XX, es también uno de los intelectuales más europeos de la misma época por vivencia biográfica, por vocación ideológica y por asimilación cultural. Así lo refleja su asombrosa obra creativa, tanto poética como narrativa, y su lúcida reflexión intelectual a través de su ensayo o de su propia metaliteratura, expresión siempre de una verdadera vanguardia integral y de una exigente conciencia crítica en lo ético y en lo estético.
Nacido en la capital de Las Burgas el 25 de abril de 1929, José Ángel Valente cursa estudios en la Universidad de Santiago obteniendo el título de licenciado en Derecho y en la Universidad Complutense de Madrid, donde se licencia en Filología Románica. Da clases en la Universidad de Oxford y en Ginebra ejerce de traductor de organizaciones internacionales; posteriormente trabaja en París en la sede de la UNESCO. En los años 80 vuelve a España, fijando su residencia en Almería, y continúa con su actividad docente como profesor visitante en diversas universidades extranjeras. En sus últimos años alterna su residencia suiza con la española, y recibe múltiples distinciones como el Premio Príncipe de Asturias de las Letras o el Premio Nacional de Poesía.
Su trayectoria profesional comienza cuando aún es un estudiante que despunta como poeta, formando parte del “Grupo Poético de los 50”, apunta el Instituto Cervantes de donde se toma el relato, del cual representa a la poesía como una vía del conocimiento. En la década de los 60 su poesía evoluciona siguiendo una corriente llamada «poesía del silencio», desligándose así del movimiento poético de mitad de siglo. En este periodo destacan obras como A modo de esperanza (1954), Premio Adonais en ese año, Poemas de Lázaro (1960), Premio de la Crítica, La memoria y los signos (1966) o Siete presentaciones (1967).
Heredero de la tradición mística española, José Ángel Valente asimila tradiciones culturales, históricas y tendencias filosóficas creando textos cada vez más profundos y complicados. Uno de sus cuentos, El uniforme del general (contenido en el libro El número trece) le lleva ante un consejo de guerra en 1972 por la forma en que describe al ejército.
La obra poética que escribe en gallego es primero reunida en Sete cántigas de alén (1981) y posteriormente en Cántigas de alén (1989). Realiza también trabajos como traductor de poesía alemana y francesa; además escribe ensayos relacionados con la pintura, la mística y la literatura española. Entre ellos destacan títulos como Las palabras de la tribu (1971), Ensayos sobre Miguel de Molinos (1974) o La piedra y el centro (1983). Su última obra es Fragmentos de un libro futuro, texto en el que se recogen sus últimos poemas y que se publicó después de su muerte al igual que Palais de Justice, en el que recoge el intenso e íntimo dolor sufrido durante el proceso de divorcio de su primera mujer. El autor dio orden de no publicar el texto hasta la muerte de ésta.
Su poesía, señala el jurado que le otorgó en 1988 el Príncipe de Asturias “en continua evolución desde el inicial latido existencial a la posterior indagación fenomenológica, es una interrogación profunda sobre el sentido del mundo, plasmada en un lenguaje denso y simbólico, de turbadora belleza, que lo ha convertido en uno de los más altos líricos españoles contemporáneos”.
Poco antes de morir en Ginebra (18-VII-2000) fue investido en 1999 “Doctor Honoris Causa” por la Universidad de Santiago de Compostela, de la que había sido alumno y a la que legó su archivo y biblioteca personal, para cuya custodia se creó en el senop de la institución académica la cátedra que lleva su nombre.
1784.- Se inauguran las escuelas de Artes y Oficios de la Sociedad Económica de Amigos del País de Santiago, escuelas que creó y sostuvo a sus expensas D. Antonio Pá ramo y Somoza, canónigo y cardenal de la iglesia de Santiago, administrador general, capellán mayor y juez privativo eclesiástico del Gran Hospital Real de Santiago, rector de la Universidad de Santiago en 1781. Fue fundador de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Santiago, en 1784, que dirigió hasta su muerte. Está enterrado en la capilla del Salvador de la basílica compostelana.