El Real Madrid campeón de Liga tras vencer al Cádiz por 3-0 en el Bernabéu

Redacción

El Real Madrid se proclama campeón de la Liga 2023-2024. La 36ª de su historia y la segunda en los últimos tres años después de golear al Cádiz en el Santiago Bernabéu (goles de Brahim, Bellingham y Joselu) y de que el Barcelona resultase derrotado en Montilivi por el Girona (4-2). Felicidad en la capital y otro día negro para los azulgranas, que además pierden la tercera posición con los gerundenses (nuevo equipo de Champions League). Faltan cuatro jornadas para ver quién será subcampeón.

La 36º ya es una realidad

A los merengues, tras gustarse ante el Cádiz en una gran segunda parte, solo les quedaba esperar unas horas para saber si este sábado se proclamarían campeones de Liga. Si no era así, iba a serlo en una semana, pero el Girona quiso confirmarle como merecido campeón remontando y volviendo a ‘avergonzar’ a la defensa culé en Montilivi. Se adelantó el Barça hasta en dos ocasiones pero la decepcionante y frágil concentración a nivel defensivo volvió a lastrar a los de Xavi, que encajaron tres goles en la segunda , del 1-2 al 4-2.

Otra tarde noche para el olvido culé

La del sábado volvió a ser una tarde noche para el olvido de los culés: nueva derrota, 4 goles encajados, una imagen deplorable a nivel anímico y la confirmación matemática de la temporada en blanco, la primera con Xavi como técnico (en su primer año ganó la Copa y en el segundo Supercopa y Liga). Ni hablar del palo que supone el título del Real Madrid, infinitamente superior durante todo el año domingo tras domingo y que pudo festejar el trofeo a costa de una nueva debacle de los barcelonistas. El castigo, aun así, fue peor, los de Xavi perdieron la segunda posición en detrimento de un histórico Girona que jugará la máxima competición europea la próxima temporada. Se escuchó el himno de la Champions al final del encuentro.

El Madrid celebró a medias en el Bernabéu

Los de Carlo Ancelotti, un par de horas antes, se llevaron un encuentro que solo existió durante los primeros 45 minutos, donde un Cádiz bien ordenado, activo y replegado atrás no tuvo muchos problemas para contener a un Madrid sin prisa alguna y que tanteaba a su rival. Incluso la más clara al descanso fue obra de los gaditanos, Rubén Sobrino le ganó la partida a Militao y cuando quiso soltar la puntera para intentar batir a Courtois se encontró al omnipresente Nacho, cumplidor otra vez, como siempre. Y faltaba lo mejor.

El devenir del encuentro dependía única y exclusivamente del líder, que en cuanto metió una marcha más la salida de los vestuarios no hubo color, y eso que nuevamente fue Chris Torres el que volvió a perdonar un clarísimo mano a mano ante Thibaut, salvador en su única intervención y que disfrutó de su vuelta ante un público completamente entregado. Solo segundos después llegó el golazo de Brahim, especialista en descongestionar este tipo de partidos cerrados y trabados en el Santiago Bernabéu. Pase de Modric, control fantástico, finta para dejar atrás a dos rivales y derechazo a la escuadra, como si no costara. Ahí se hundió definitivamente el Cádiz y el Madrid aprovechó para hacer sangre.

Entró Bellingham y ‘mojó’, su 18º tanto liguero y a dos del máximo anotador en estos momentos, el ucraniano Dovyk. La asistencia fue del MVP del partido, Brahim, el inglés también marcó en el Clásico y recupera olfato goleador de cara a la vuelta de Champions. Ya parece al 100% tras el virus. Con un Cádiz hundido y esperando el pitido final, Nacho quiso sacarle una sonrisa a Joselu, peleón pero algo fallón en las pocas que tuvo esta tarde. En una contra marca de la casa Vinicius vio al defensa desmarcado y filtró un gran pase que permitió a Nacho correr con mucho campo por delante, el madrileño le ganó la partida a Fali (no quiso hacerle penalti) y le regaló en bandeja el tercer y último de la tarde a Joselu. Todos salieron contentos en la ‘fiesta’ del Bernabéu.

Ancelotti: «¿Celebración? Que cada uno haga lo que quiera»

Tras el 3-0 del Bernabéu y antes del 4-2 del Girona al Barça, Ancelotti informó que no habría celebración oficial: «Me da igual que sea hoy o que sea la próxima semana, esta Liga la hemos merecido ganar y sea cuando sea no cambia mucho. Mañana tenemos entrenamiento, que cada uno haga lo que quiera esta noche. No hay nada organizado porque tenemos que focalizarnos bien en el partido del miércoles. El vestuario está muy tranquilo, tendremos tiempo para celebrar. Ahora el objetivo principal es estar centrados al cien por cien en el partido del miércoles. Es la gran oportunidad de jugar 90 minutos aquí por otra final. No hay mayor motivación. Es una oportunidad extraordinaria de cerrar bien una temporada que, de momento, ha sido espectacular», sentenció el italiano.