El Obra ya tiene dorsales para la nueva temporada. Cuáles son y la historia detrás de cada uno

A pocas semanas del inicio de la temporada 2024/2025, el Obra ya ha cerrado su plantilla para competir en la segunda categoría del baloncesto nacional.

Además, hoy hemos conocido también los dorsales que lucirán cada uno de los integrantes de este Monbus Obradoiro 2024/25 en el que los propios jugadores han revelado los motivos personales detrás de la elección de estos, mostrando la importancia emocional y simbólica que cada número tiene para ellos.

Cambón será el portador del dorsal 0, un número que para él simboliza un nuevo comienzo y tiene un significado especial por ser el número favorito de su madre.

Davison ha optado por el número 3, como una forma de mantener su conexión con el 34 que usaba su familia, combinando los dígitos 3 y 4 que ha llevado en diferentes momentos de su carrera.

Onuetu eligió el 6 en honor a LeBron James, cuyo juego lo inspiró durante la etapa del astro en los Miami Heats.

Rigo continuará con el número 7, un dorsal que ha llevado tanto en la selección como en la mayoría de su trayectoria, destacando su preferencia por este número y el 10.

Galán llevará el número 8, siguiendo los pasos de su padre, quien también lo usaba como jugador.

Grela ha escogido el número 10, al que considera una fuente de inspiración en su carrera.

Mićović, al no poder usar su número habitual 4, se decidió por el 13, el número que llevaba cuando empezó a jugar al baloncesto de niño.

Jiménez portará el dorsal 16, un número que lo acompaña desde siempre y coincide con el día de su nacimiento.

Bocca llevará el número 20, elegido en honor a la fecha de cumpleaños de su padre.

Varela continuará con el número 24, que ha usado durante los últimos siete años, inspirado tanto por su hermano como por Kobe Bryant.

Quintela usará el número 25, un dorsal con una historia divertida ligada a su primera temporada en Cambados y una broma de la infancia.

Harguindey mantendrá el 32, número que ha llevado desde que comenzó en el baloncesto.

Stephens eligió el 33, un número que en su secundaria se otorgaba al jugador más trabajador, y que para él es un recordatorio de esfuerzo y dedicación.

Muñoz llevará el 34, en coincidencia con su edad, aprovechando la oportunidad para que los demás sepan cuántos años tiene sin preguntar.

Stevic ha optado por el número 41, invirtiendo los dígitos de su habitual 14, y encontrando un significado especial al llevarlo en su 41º cumpleaños, mientras sigue activo en el deporte.

Leimanis ha elegido el 44, una evolución de su número favorito 4, como una forma de rendir homenaje a su padre, quien también jugaba con ese número.