El Globo de Betanzos vuela alto este año

Xulia Lomba

A pesar de la llovizna, el Globo de Betanzos no tuvo obstáculos para recorrer el cielo del pasado viernes noche. Como marca la tradición, la noche del 16 de agosto se festeja, entre otras cosas, soltando un globo de papel.

Claudino Pita fue la primera persona a la que se le atribuye esta manualidad con el actual diseño, allá por el 1985, y que a día de hoy llega a medir 25 metros de alto. Desde ese primer globo, la familia Pita sigo transmitiendo generación a generación la técnica para crear una esfera de papel con capacidad de surcar lo alto de la villa y moverse hasta donde bien pueda llegar, este año 2024 cayó en Coirós.

Pero constan diferentes constancias de aeroestáticos para celebrar hechos históricos, como la onomástica del rey Fernando VII, poco despues de su retorno a España, en el 1814. Siendo el primer globo del que se tienen pruebas.

El pasado año el símbolo de las fiestas se vio interrumpido por disputas dentro de la Fundación Globo de San Roque, donde se encuentran miembros de la representación municipal y de la familia Pita. Los trabajos de confección tuvieron retrasos y, a pesar de que se argumentó que la imposibilidad de llevar a cabo este trabajo se debía por las limitaciones que supuso la creación de dicha fundación, la mayor parte de los vecinos confirman que el fondo de aquel problema eran circunstancias políticas.

La Plaza Hermanos García Naceira aborratada mientras se hincha el Globo de Betanzos

Sin embargo, tras dos años de espera, el Globo voló sin complejos de forma rápida y directa encima de las cabezas de los betanceiros y visitantes que se protegían bajo sus paraguas de las pocas gotas que caían de las nubes, una llovizna que ni lluvia se podría calificar. Con bastante retraso para que cogiera forma y pudiera estar totalmente hinchado, el aerostático fue totalmente veloz en elevarse para acabar cayendo en Coirós.

Otro año de fiestas que prosigue con la celebración de las jornadas de los Caneiros, hoy día 18 y el próximo 25 de agosto. Y como brindan por la comarca del Mandeo, “¡que suba o pan e baixe o viño!”.