13 agosto, 2024
Consejera de Hacienda en la Comunidad autónoma de Andalucía desde 2013 hasta 2018 y, desde esa fecha hasta la actualidad, ministra de Hacienda en los sucesivos Gobiernos Sánchez, a María Jesús Montero, reina del aspaviento en el Congreso, cabe suponerle la experiencia suficiente como para conocer los entresijos y coladeros de la Ley y hasta haberse doctorado en las experiencias de manipulación para las que la Agencia Estatal de Administración Tributaria de España está especialmente dotada, en repetido ejercicio inasequible al desaliento.
De modo que en un terreno de prácticas administrativas suficientemente abonado por su repetido ejercicio al límite y más allá de la ley y para actuar en beneficio de los intereses del presidente Pedro Sánchez, a la ministra Montero le sobraron dotes para aconsejar un tupido velo y la paralización de toda inspección sobre el rápido e inexplicable enriquecimiento del hermano del presidente, así como sobre su negativa a hacer la declaración de la renta en España, siendo empleado de una administración pública española.
En el colmo de la insolencia a que acostumbra la Agencia Tributaria, acaba de remitir al juzgado una nota justificativa de su inhibición en investigar al hermano del presidente que, por decirlo en palabras de quien estuvo al frente de la Agencia Tributaria –y que últimamente se prodiga en contar, cual verdades del barquero, las vergüenzas del ente fiscalizador-, Ignacio Ruiz Jarabo, “es una infamia”, además de descalificarlo por su “exagerado estilo autojustificativo”.
Hace en su escrito la Agencia tributaria todos los esfuerzos dialécticos por demostrar que el susodicho David Sánchez, no es residente en España, lo que le ahorraría el tener que tributar aquí, olvidando la Agencia algo tan palmario como que “por tener su centro de intereses económicos en nuestro país y aplicando la ley del IRPF, es residente a todos los efectos”.
En el informe remitido por Hacienda al juzgado de Badajoz que instruye el caso, se hace “abstracción completa” del incremento de patrimonio injustificado que se deduce de las declaraciones del propio David Sánchez a la diputación de Badajoz en su condición de alto cargo. Pero, recuerda Ruiz Jarabo, un incremento injustificado de patrimonio es un indicio más que alarmante de la posible comisión de un delito, bien de blanqueo de capitales, de obtención de ingresos de forma ilícita, de tráfico de drogas o armas… O bien de esconder un patrimonio por parte de un tercero que, sin duda, sería alguien muy próximo al propio David Sánchez».
Pero donde Hacienda llega al colmo del cinismo en su escrito es cuando afirma, negro sobre blanco, “puesto que de sus declaraciones se deduce que no habría cometido nada ilícito, estaría justificado que no se hubiera hecho ninguna comprobación hasta ahora”. Y se asombra Ruiz Jarabo, y con razón, que Hacienda supiera, antes de investigarlo, que todo estaba en orden. Lo que viene a tirar por tierra las inspecciones aleatorias que a lo largo del año hacen los inspectores de Hacienda, a la caza y captura de defraudadores. ¿Por qué, si de sus declaraciones no cabe concluir nada ilícito? ¿Existe la misma vara de medir para el hermano de Sánchez que para el resto de contribuyentes?
La pregunta con que este cronista acostumbra a finalizar la crónica viene dada por el comentario que un ciudadano anónimo hace en un periódico nacional –El Debate- donde se daba cuenta de la crítica de Ruiz Jarabo.
Tan certera en su enunciado como en su exigencia de explicaciones, no quitamos ni añadimos nada que no sea de su autoría: “Sánchez ha colocado a esbirros al frente de todos los puestos directivos de la Administración y los utiliza como arietes para defender todos sus desmanes, al igual que ocurre con los medios de comunicación subvencionados y de opinión sincronizada. Pero, ¿por qué no emiten comunicados las asociaciones profesionales de Inspectores de Hacienda, Abogados del Estado, Diplomáticos, Inspectores de trabajo, Técnicos comerciales del Estado, Interventores, Guardias Civil, Policía Nacional….? ¿Es que no tienen nada que decir sobre la no investigación al hermano de Sánchez, el acoso a los allegados a Ayuso y Nacho Cano, los extraños informes exculpatorios de la UCO, el despliegue policial para la no declaración de Begoña y Pedro ante el juez Peinado..? ¿Es que nada de lo que está ocurriendo les atañe en absoluto?.
Pues eso.