-El 25 de Julio es, quizá, la fecha más emblemática del año en Santiago. ¿Qué representa para usted?
Un encuentro donde se habla más de la unidad que de las diferencias entre unos y otros. Supone muchos años de Historia y de una Leyenda que con el paso del tiempo y gracias a los numerosos estudios en un sentido o en otro se ha convertido en parte de la Historia.
-¿Cree que en lugar de a Roma, ahora todos los caminos conducen a Santiago?
Quizás pasando primero por Roma y por otros lugares haciendo gala de una palabra que en ocasiones olvidamos y se llama peregrinación, ahora sin ir a Roma o al propio Santiago o a la ciudad india de Benarés dicha peregrinación debe ser interior.
– Está jornada también tiene asociada una fuerte connotación política, ¿se identifica con ella?
Todos los movimientos religiosos han estado y estarán asociados a la política o a un nacionalismo que de vez en cuando aparece y vuelve a aparecer. Por eso es casi imposible separar la religión y la misma política, pero son cuestiones personales de cada uno de nosotros.
– Vivimos en una sociedad polarizada de todos contra todos, ¿en qué medida esta fecha puede ayudar a unir antes que a batallar?
Todas estas fechas deberían ser algo totalmente personal y cuidar las mismas para acercarse a uno mismo. Nos viene a la memoria las distintas festividades en cada una de las autonomías. O la separación que ha habido entre unos y otros a lo largo de la historia. No es un proceso colectivo sino individual y ello debe de ayudar.
– ¿Puede resumir en una frase el espíritu de un día especial que debería resultar balsámico para todos?
De la totalidad a la unidad