25 julio, 2024
– El 25 de Julio es, quizá, la fecha más emblemática del año en Santiago. ¿Qué representa para usted?
Nací un 24 de julio, en la clínica de Nuestra Señora de la Esperanza, en lo que se conoce hoy como Campus Vida, en plenas fiestas del Apóstol. Mi madre recuerda los sonidos de aquel día, las bombas de palenque, los pasacalles y las gaitas. El 25 de julio es una fiesta que une, por un lado, Santiago, Galicia y España, de las que es su Patrón, y también nos une con Europa, a través del Camino. En mi opinión, es una celebración integradora, con un significado político diverso, según las sensibilidades, pero también con un sentido religioso profundo, que ha marcado nuestra forma de ser como santiagueses.
– Al margen de la jornada institucional, festiva y de la ofrenda real, ¿qué supone el símbolo del Apóstol y todo cuanto se asocia a su figura?
El Apóstol no sólo da nombre a la ciudad, sino que a lo largo de los siglos ha dado sentido a su existencia como una de los centros de la cristianidad, con Roma y Jerusalén. La peregrinaciones a Santiago, que han vuelto a su apogeo en el siglo XXI, no sólo han conformado la ciudad como un destino espiritual o cultural, sino que han determinado su estructura social, la creación y el desarrollo de la Universidad, su consolidación como centro político y administrativo; en fin, Santiago es indisoluble del símbolo del Apóstol. El Camino además ha forjado una forma de entender la relación con los que nos visitan, de acoger al peregrino, algo que ha moldeado la propia esencia de Galicia a través de los diferentes caminos que la atraviesan.
Los compostelanos tenemos que ser conscientes de que es una fiesta mayor y muy querida en muchos puntos de España, en pequeñas aldeas y en ciudades.
– ¿Cree que en lugar de a Roma, ahora todos los caminos conducen a Santiago?
Son dos ciudades universales, Roma es la suma de civilizaciones que se superponen, indescriptible por las maravillas arquitectónicas y culturales que atesora, es una de las capitales del Mundo, incomparable con cualquier otra.
Santiago, además del destino final del Camino, es el resultado de siglos de tradición y fe. Una urbe única, que ha vivido épocas diferentes, cuyo resultado se ve reflejado en el trazado de sus calles, en los nombres de las rúas y de las plazas.
El fenómeno del turismo de masas ha puesto a Santiago en el centro de su interés, atrayendo a cientos de miles de visitantes, con los flujos económicos que apareja y las desventajas de la saturación y de la masificación de la ciudad histórica.
Santiago tiene que aprovechar la oportunidad que supone ser un centro de interés para millones de personas y desarrollar sus capacidades para atraer inversiones que potencien el papel de nuestra ciudad en el mundo de la tecnología, de la investigación,de la medicina y el turismo de calidad, entre otras áreas.
– Está jornada también tiene asociada una fuerte connotación política, ¿se identifica con ella?
La edad me permite ver las cosas con perspectiva. Los que vivimos el último tercio del siglo XX, hemos visto cómo se transitaba desde una visión «centralista» de la jornada del día 25 de julio, enfocada principalmente en la figura del Señor Santiago, Patrón de las Españas -por cierto, una alusión integradora a los diferentes reinos finalmente unidos por los Reyes Católicos, que consta en el Himno al Apóstol-, a otra que quiere reducir la jornada a su dimensión gallega. Desde mi punto de vista, una mayoría de los gallegos, de aquí y de allá, nos identificamos con una visión integradora de está jornada, para unos es el día del Apóstol, patrón de Santiago, de Galicia y de España, para otros es el día de Galicia, un día para celebrar nuestra singularidad, nuestra vocación también universal, uniendo a todos los gallegos del Mundo.
– Vivimos en una sociedad polarizada de todos contra todos, ¿en qué medida esta fecha puede ayudar a unir antes que a batallar?
En sí misma, la fecha del 25 de julio es, como he dicho, integradora. Basta con pasear por las calles de Santiago, para encontrarse con compostelanos, con gallegos de todas partes que acuden a la ciudad por diversos motivos, con gentes venidas desde diferentes puntos de España, peregrinos que llegan desde todas partes, de todas las nacionalidades. Es una festividad que invita a la unidad y, desde luego, no a la división. Como dice el Himno al Apóstol, es el Patrón de las Españas, de todos los reinos y geografías que dieron lugar a España, también de las que fueron provincias de ultramar y que ahora siguen conservando la tradición en América.
– ¿Puede resumir en una frase el espíritu de un día especial que debería resultar balsámico para todos?
Difícil resumirlo en una frase, el 25 de julio es el día del Apóstol y el de Galicia , una jornada integradora y feliz, en un marco de belleza incomparable.