21 julio, 2024
1805.- La batalla del cabo Fisterra tuvo lugar el 22-23 de julio de 1805, en el marco de las guerras napoleónicas. Participaron en el combate, por un lado, la flota de la Armada Real Inglesa comandada por el vicealmirante Robert Calder, y, por el otro, una flota franco-española al mando del almirante Pierre Charles Silvestre de Villeneuve.
Esta acción, si bien no tuvo un resultado concluyente, impidió a la flota francesa el acceso al canal de la Mancha para escoltar el paso de la Grande Armée, el ejército de Napoleón para invadir Inglaterra y fue el preludio de la batalla de Trafalgar.
Napoleón planeó invadir y conquistar Inglaterra para terminar con el bloqueo naval británico. En 1805, el ejército destinado a la invasión era de 150,000 hombres, y se encontraban acampados en Boulogne. Si este ejército cruzaba el Canal, era casi segura su victoria sobre unas fuerzas inglesas pobremente equipadas y entrenadas.
El plan consistía en que la flota escapara del bloqueo británico de Tolón yBrest, y se dirigiera a las Indias Occidentales para amenazar los intereses británicos en las colonias. Las flotas combinadas se reunirían en la isla Martinica y retornarían con rapidez a Europa, desembarcando tropas en Irlanda para promover la rebelión, derrotar a las débiles patrullas inglesas del Canal y ayudar al transporte de la Armée a través del estrecho de Dover.
Las noticias sobre el retorno de la flota franco-española llegaron al vicealmirante Calder el 19 de julio. Calder tenía órdenes de levantar el bloqueo de los puertos de Rochefort y Ferrol, y navegar hacia el cabo de Fisterra para interceptar a Villeneuve. Las flotas se encontraron finalmente sobre las 11 horas del 22 de julio de 1805.
Calder disponía de quince navíos de línea. dos fragatas y dos buques menores. Villeneuve tenía veinte navíos de línea, así como siete fragatas y dos bergantines.
Tras muchas horas de maniobras con rumbo sur-oeste, la acción se inició a las 17:15 cuando el buque inglés Hero, en vanguardia, se aproximó a la línea de batalla franco-española. Con poca visibilidad a causa de una densa niebla, la batalla se convirtió rápidamente en una confusa melé. Sobre las 20 horas, el Firme y el San Rafael se rindieron. Calder hizo señales para detener el combate a las 20:25 y continuar la batalla el día siguiente. Con poca luz y una confusión general, algunos buques continuaron disparando durante otra hora más.
Al romper la mañana del 23 de julio, las flotas se encontraban separadas unos 27 km. Calder estaba poco dispuesto a un nuevo ataque sobre fuerzas muy superiores, y además debía proteger a los buques Windsor Castle y Malta, dañados el día anterior en el combate. Debía considerar también la posibilidad de que las flotas anteriormente bloqueadas en Rochefort y Ferrol pudieran unirse a la flota combinada de Villeneuve, y por todo ello, decidió rehuir un nuevo combate y tomar rumbo norte con sus capturas.
Los informes de Villeneuve aseguran que trató de atacar de nuevo a la flota inglesa, pero las suaves brisas de aquel día le impidieron acercarse a ellos durante todo el día, por lo que decidió no arriesgarse a un combate en las últimas horas del día 23. El 24 de julio, un cambio del viento puso a la flota franco-española en disposición de efectuar un ataque desde barlovento, una posición ideal para el ataque, pero Villeneuve decidió de nuevo no atacar. En lugar de esto, viró hacia rumbo sur.
Al llegar al puerto de La Coruña el 1 de agosto, recibió órdenes de Napoleón de dirigirse de inmediato a los puertos de Brest y Boulogne, pero en lugar de hacerlo, y creyendo algunos informes falsos sobre la superioridad numérica de la flota inglesa en el golfo de Vizcaya, regresó a Cádiz, arribando a puerto el 21 de agosto.
Las bajas británicas fueron de 39 oficiales y marineros muertos y 159 heridos. Las pérdidas franco-españolas fueron de 476 oficiales y marineros heridos o muertos.
El almirantazgo inglés, pese a los resultados favorables a la flota británica, relevó del mando al Almirante Calder, quien fue juzgado en consejo de guerra.
Napoleón se vio forzado a abandonar sus planes de invadir Inglaterra. En su lugar, la Grande Armée dejó Boulogne el 27 de agosto de 1805 para contribuir en las acciones de las campañas austriaca y rusa.
Villeneuve y la flota combinada permanecieron en Cádiz hasta que finalmente se encaminaron a su destrucción en la batalla de Trafalgar, el 21 de octubre de 1805.
1692.- Muere el abad de Celanova Rosendo de Muxica, predicador del Rey y hombre de grandes dotes intelectuales. Nacido en Celanova llegó a ser abad general de la congregación de San Benito de Valladolid, por muerte de su antecesor, fray Juan de Dueñas. Fue también abad de Monserrat de Madrid y predicador real de Felipe IV y de Carlos II. Regresó como abad a Celanova donde acabó las obras de la iglesia que había comenzado a construir en 1661 y que fue inaugurada solemnemente el 16 de noviembre de 1687. Cuando murió, fue enterrado en ella, junto a las gradas del altar mayor.