14 junio, 2024
La Universidad de Santiago de Compostela (USC) ha presentado este jueves una nueva cátedra de Salud Ambiental, que se centrará en investigar los efectos del tabaquismo, la concentración del gas radón en Galicia y la proliferación de plásticos en órganos y tejidos humanos.
El acto contó con la presencia del catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública Alberto Ruano, el investigador y epidemiólogo Miquel Porta, y el rector de la USC, Antonio López, así como del conselleiro de Sanidad, Antonio Gómez Caamaño, y la directora general de Salud Pública de la Xunta, Carmen Durán.
El rector Antonio López destacó que la nueva cátedra es un «proyecto inicial de cuatro años» que tiene el potencial de extenderse más allá de ese periodo. En este sentido, subrayó que esta cátedra es “una iniciativa novidosa en el ámbito estatal” y que sirve para “acercar el conocimiento universitario a la ciudadanía” y mantener la colaboración con la Consellería “para formar nuevos profesionales sanitarios” y “estudiar, difundir y conocer las influencias de las condiciones ambientales en la salud de las personas”. Destacó además la “larga tradición de colaboración” entre Sanidad y la USC y apostó por “seguir avanzando” en ella, con actividades de formación, investigación y asistencia.
Por su parte, Alberto Ruano subrayó la importancia de la investigación del radón en la USC. Este gas, indetectable y emanado de ciertos suelos, puede acumularse en edificios sin ventilación adecuada y se considera una causa de cáncer de pulmón. Un equipo de la USC se encargará de realizar unas trescientas mediciones anuales en distintos puntos de Galicia para crear un mapa detallado de las concentraciones de radón.
Ruano también señaló la intención de estudiar el impacto en la salud de la combustión de biomasa en cocinas de leña, que puede provocar la inhalación de humos perjudiciales para las vías respiratorias.
Miquel Porta, con una extensa trayectoria académica internacional, expuso su reciente investigación sobre contaminantes, en particular plásticos, detectados en orina, sangre, tejidos adiposos y tumorales, suero y plasma. Porta ha realizado pruebas en científicos, artistas, pintores y ‘influencers’ de redes sociales para concienciar sobre el impacto de los microplásticos en el cuerpo humano.
Porta detalló que, en análisis recientes a un centenar de ‘influencers’, se detectaron altos niveles de bisfenol y otros disruptores endocrinos. Subrayó la dificultad de convencer a la población sobre los peligros de calentar alimentos en recipientes plásticos, ya que esto facilita la migración de sustancias nocivas al cuerpo.
«Desde hace muchos años no pongo un alimento caliente en contacto con un recipiente de plástico. Si lo cocino, lo dejo enfriar y luego lo transporto en plástico», comentó Porta, quien ha trabajado en universidades de España, Estados Unidos y el Reino Unido. Enfatizó que, aunque es práctico transportar alimentos en envases plásticos, «no se deben calentar en el microondas» para evitar la penetración de sustancias perjudiciales que podrían estar vinculadas con diversos trastornos y enfermedades.