14 junio, 2024
Los presidentes de Galicia y Asturias, Alfonso Rueda y Adrián Barbón, respectivamente, defendieron este viernes el turismo de calidad que proponen sus regiones, subrayando la importancia de evitar la saturación. Durante un desayuno de prensa en Madrid, donde debatieron sobre ‘La industria de la felicidad’, ambos coincidieron en la necesidad de promover un turismo centrado en el espacio, la naturaleza, la gastronomía y la oferta histórica. Sin embargo, sus enfoques diferían en ciertos aspectos regulatorios.
El presidente de la Xunta, alertó contra los discursos de «turismo-fobia», calificándolos de peligrosos. “No nos peguemos tiros en el pie. El Ayuntamiento de Santiago ha pedido tasas turísticas pero desde la Xunta hemos respondido que no es una solución. Castigan más al turismo que se aloja, al que se puede controlar”, explicó Rueda. En su intervención, destacó la importancia de una distribución inteligente de la oferta turística para evitar la masificación de visitantes en un solo día.
Por otro lado, Adrián Barbón, presidente asturiano, se centró en la necesidad de controlar los pisos turísticos, afirmando que estos provocan la expulsión de los ciudadanos y generan una reacción negativa. “Intentamos ir un paso por delante: acabamos de presentar una norma de control de las viviendas de uso turístico”, indicó Barbón, aunque no se pronunció específicamente sobre las tasas turísticas.
En este sentido, Rueda subrayó la cooperación entre ambas regiones y el valor del sector turístico para el desarrollo económico. Explicó que para que la industria turística funcione bien, es necesario el buen funcionamiento de múltiples sectores, desde la ordenación del territorio hasta la educación y los servicios de empleo, destacando el impacto positivo del Camino de Santiago, que lleva gente a zonas deshabitadas, y el efecto tractor del turismo en la construcción.
Ambos presidentes coincidieron en la necesidad de más personal formado en la industria turística y hostelera. Rueda recordó un incidente reciente en Ferrol, donde un restaurante lleno de gente exhibía un cartel buscando camareros y cocineros, y advertía de que no podría dar servicio por falta de personal. Subrayó la responsabilidad de los empresarios en mejorar las condiciones laborales y la necesidad de que las administraciones proporcionen la formación adecuada.
Finalmente, Barbón añadió que no acepta el discurso de que los jóvenes son vagos y abogó por prestigiar la formación en hostelería. “Hay que poner en valor sectores que lo tienen y ser conscientes de que todo pasa por un buen servicio al público”, concluyó.
Ambos líderes reafirmaron su compromiso con un turismo sostenible y de calidad, y señalaron la importancia de las medidas regulatorias y formativas para garantizar el crecimiento equilibrado y beneficioso del sector turístico en sus respectivas regiones.