11 junio, 2024
La conocida denominación de China como el ‘gigante dormido’ parece irse quedando ya bastante desfasada, y es que la potencia asiática se muestra cada vez más despierta que nunca. Al margen de los titulares alarmistas que en ocasiones proliferan en los medios de comunicación occidentales acerca de que ‘China se hunde’ o, el más viral aún, que ‘China nos espía’, lo cierto es que desde el otro lado del globo parece reinar la estabilidad y la imagen de que todo el caos reinante en buena parte del mundo no parece afectar al país.
Los indicadores hablan de cifras de crecimiento que ya quisiera más de una economía europea, tal y como indicó hace poco Caixabank, afirmando que el PIB del país asiático creció un 5,3% interanual en el primer trimestre de 2024, pero, más allá de eso, existe la sensación, es debatible si cierta o no, de que la economía china funciona a pleno pulmón.
Esto a su vez se refuerza con el hecho de que ciertos sectores viven épocas de notable crecimiento, superando incluso la tan comentada barrera de la época pre coronavirus.
Un buen ejemplo de este fenómeno es el turismo. Y es que los chinos parecen estar recuperando las vacaciones perdidas en la era de la pandemia, con un gasto que superará este año por primera vez el nivel del año 2019 según estimaciones del Consejo Mundial de Viajes y Turismo.
Estos gastarán 1,8 billones de yuanes (unos 234 mil millones de euros) en viajes al extranjero este año, en torno a un 10% más que en 2019, aunque que sus destinos más populares continuarán estando dentro de las fronteras del país, donde la cantidad aumentará a 6,79 billones de yuanes (cerca de 883 mil millones de euros), valores récord desde el inicio de la pandemia, tal y como dicen los datos del propio Consejo y de los que se hizo eco recientemente la agencia Bloomberg.
«Los turistas chinos están empezando a viajar de nuevo de forma significativa y esta tendencia seguirá creciendo. Toda la industria está mostrando signos claros de una fuerte recuperación”, indicó Julie Simpson, presidenta del Consejo Mundial de Viajes y Turismo.
EL FILÓN DEL MERCADO CHINO
En un contexto en el que el gigante asiático se asienta cada vez más como uno de los motores de la economía global, lo mismo puede decirse de un sector turístico en el que Galicia podría encontrar un auténtico filón.
En clave nacional, según reportó EFE el pasado año, los turistas chinos gastan en España una media de 3.106 euros por estancia. Otro dato revelador es que en el primer semestre de 2023 llegaron a España 135.715 turistas procedentes de China, que gastaron 421,5 millones de euros, cifras que supusieron un crecimiento de entre un 420 % y un 590 % respecto a los datos del periodo enero-junio de 2022, aun entonces muy afectado por los cierres decretados por las autoridades chinas en su política de ‘covid cero’.
EL CAMINO COMO TERMÓMETRO FRENTE A LA TRADICIÓN FLAMENCA
El auge del turismo chino en territorio gallego se puede apreciar por ejemplo en clave Xacobea. Los peregrinos del país han crecido significativamente con respecto al funesto 2019; más de mil de ellos llegaron a Santiago de Compostela el pasado 2023, mientras que en lo que va de año, según datos del mes de abril, ya han recorrido el Camino más de 250 de ellos.
En este sentido, incluso el propio Gobierno gallego promovió hace poco el Camino en el mercado oriental a través de una iniciativa en la que participaron un grupo de periodistas e influencers chinos, con más de 5 millones de seguidores en total, especializados en viajes, los cuales realizaron el Camino Francés en una acción impulsada por Turismo de Galicia en colaboración con la OET de Pekín.
Con todo, a pesar de las buenas perspectivas, tanto a la capital compostelana como a la propia Galicia aún le queda un largo camino por recorrer hasta convertirse en un destino referencia para China dentro del territorio nacional. Y es que sus viajeros parecen de momento decantarse más por otro tipo de experiencias. Llama la atención el informe sobre turismo chino en Europa publicado por Ctrip, la mayor agencia de viajes del gigante asiático, el pasado 2019. Según este, la Sagrada Familia encabezaba la lista de las 10 mejores atracciones de Europa, donde también aparecía el Palacio Real de Madrid, mientras que en la categoría de «nuevas formas de ver Europa con guías locales» aprender flamenco aparecía como la actividad favorita entre los visitantes chinos.
Sea como fuere, lo cierto es que precisamente este mercado se antoja como un auténtico filón para la comunidad gallega. La noticia positiva a este respecto es que la sintonía entre ambos territorios parece ser buena, tal y como evidenció el encuentro del pasado 16 de mayo entre el presidente de la Xunta Alfonso Rueda y el embajador de la República Popular China en España, Yao Jing.
En este sentido, destaca que las exportaciones de las empresas gallegas a China alcanzaron el pasado 2023 un total de 234 millones de euros, registrando un crecimiento de cerca de un 25% respecto al año 2020, gracias en gran medida a las aportaciones de sectores como el agroalimentario y los productos del mar o las industrias químicas. Unas cifras que hacen que, sin duda, España, y particularmente Galicia, deba echar su vista hacia el Dragón Rojo.