26 mayo, 2024
Un conocido hostelero de Oroso y un joven vecino de Ordes fueron, el pasado domingo, las dos últimas víctimas mortales que sumar al trazado de la N-550 a su paso por la localidad ordense de Leira, con especial peligrosidad en la conocida curva de Gouzón.
Los dos fallecidos totalizan la cifra de doce víctimas mortales en apenas 27 años, además de una larga lista de heridos que, sorpresivamente, no incluyen el tramo como punto negro, con las ventajas de atención por el ministerio que dicha determinación lleva implícita.
En ese mismo tramo y punto kilométrico, en 1979, en la madrugada del 4 de abril, el ex alcalde coruñés y entonces diputado por A Coruña Francisco Vázquez sufrió un grave accidente que le mantuvo alejado de la actividad política durante varios meses.
El lamentable estado de conservación de las carreteras nacionales (véase sino la autovía Vigo-Madrid con su rosario ininterrumpido de parches o el tramo Arzúa-Palas de Rei) así la falta de una adecuada señalización horizontal, tan trascendente en la Galicia de las mil lluvias, y en ocasiones como la presente, la deficiente planificación y refuerzo de medidas de seguridad en puntos de especial riesgo, convierten la necesidad de movilidad humana en una suerte de odisea, sin que la Administración se muestre proclive a evitar estas situaciones de riesgo.
El BNG, que se apresuró a hacer la pregunta tras las noticias de prensa, invoca un supuesto plan plurianual de actuaciones viarias urgentes, entre ellas la N-550 que figuraría en el acuerdo de investidura de Sánchez. ¿Papel mojado? ¿Qué esperan para pegar un zapatazo a tal acuerdo, a la próxima pregunta tras un nuevo accidente incrementando la lista de víctimas?