25 mayo, 2024
Aún no ha caído la noche, las puertas de la Sala Riquela se abren a las 20:30 horas para acoger a todos los asistentes que quieren disfrutar del concierto del compostelano Luis Fercán. Entramos al local y el goteo de gente es incesante, tanto, que en la sala empieza a notarse el calor humano entre los que allí nos encontramos.
Abre el espectáculo el cantante Valiente, con canciones que calan en lo más profundo del alma porque la poesía y la música se fusionan para convertirse en arte. A las 21:34 horas el protagonista de la noche sube al escenario con su amigo y productor, Nacho Mur. Comienza con un “Sigo buscando una señal, algo que me suelte por dentro…”, la voz rota del gallego consigue convertir lo que antes era un pequeño bullicio en un silencio sepulcral.
Como fiel escudero, Mur acompaña y defiende cada tema del compostelano de la mejor manera que sabe, con instrumento en mano. Un micrófono, dos guitarras y cuatro manos a una voz que ponen la piel de gallina.
En la noche de este pasado viernes, el cantautor tocó un repertorio muy amplio; de su último trabajo Postales Perdidas cantó canciones como Frío al verte, Ahí atrás (miedo en el mar) o Tu recuerdo (verde otoño). Pero también hubo cabida para éxitos de su segundo álbum Canciones completas desde una casa vacía como El Palmar, Color miel, Venecia o la favorita del artista, Airecillo.
Un concierto en el que se podía percibir una magia especial en el ambiente: grupos de amigas que suspiraban por las canciones del joven cantante mientras él explicaba el significado de algunos de los temas, parejas que se fundían en besos cada pocos minutos, y la autora de estas líneas, que se fijó en la madre orgullosa, cantando todas las canciones del artista (su hijo) en el escenario.
Hubo también sorpresas en forma de invitados: Carla Collado con la que tocó un tema muy emotivo y Rodrigo Valiente con la canción a dúo 69 escenas. Cuando quedaban tres canciones, el artista advirtió a su público que no hace bises y entre risas, los que ahí nos encontrábamos sabíamos que el repertorio musical se estaba acabando.
La penúltima canción fue la afamada 110, en la que Fercán bajo de la tarima y rodeado por su público, sin micrófono ni altavoz cantó a pleno pulmón. Cerró el concierto con su canción Busco, del último disco. Con el fiel recuerdo de que se vaya a donde se vaya, siempre volverá a Galicia. El reloj marcaba las 23:10 horas y el compostelano se había dejado toda la energía para dar lo mejor de él en este concierto, en el que recuerda que tocar en Santiago, siempre es estar en casa.