25 mayo, 2024
Transcurrido del prudencial plazo que la Diputación coruñesa había dado para obtener una respuesta del Ayuntamiento compostelano, en proyecto que financiaría la institución provincial con la finalidad de dedicar la Casa da Xuventude de Santiago, ubicada en terrenos del viejo matadero, a oficinas de la Diputación, el ente da por concluida su propuesta, con lo que se vuelve al punto cero del problema de dicho edificio.
Un punto cero que evidencia, como ocurriera con la Operación Peleteiro, el nonnato matadero de Lamas de Abade, la depuradora de Silvouta, el parque comarcal de Bomberos y tantas otras iniciativas, la ancestral y anclada pasividad en la gestión de la municipalidad compostelana, gobierne quien gobierne.
Pero más que eso, también aquí se da un nuevo ejemplo de esa duda hamletiana de ser o no ser, de ir o no ir, de hacer o no hacer, ya que ahora mismo ni siquiera en el grupo de Gobierno hay tomada decisión conjunta de qué hacer con el feísta edificio, que a lo que se ve es un feísmo aplazable, demorable, al que ya le llegará el día, aunque ese sanmartín no se intuya en el horizonte.
Es más, esa indefinición existente, en la que el BNG quiere la destrucción del edificio y su coaligada CA su pervivencia, lleva al extremo de que antes de tener decisión formal, el Gobierno local se propone la creación de una nueva comisión- ¡Otra más! Recuerdan, vivienda, agua…- para buscar ubicación a una futura Casa da Xuventude sin haber decidido la pervivencia o no de la primera. Y para que nadie se lleve a engaños, la regidora asegura que “non vai haber novidades nos próximos meses”. Es decir, las urgencias que el BNG vendía desde la oposición se vuelven remansos de meditación no sea que se precipiten.
Lo único acertado del caso es que el edificio no contaba con los servicios paralelos precisos (estacionamiento) para la función que le quería dedicar la Diputación. Otra cosa es que por actitud cerril de una -¿o las dos?- partes, Compostela pierda el millón de euros que el ente provincial tenía previsto invertir en Compostela -¿o era finalista?