26 mayo, 2024
A modo de prontuario indispensable, y antes de que nos lluevan las ofertas que ya tenemos casi encima, como la lista tan sustanciosa (de Pet Shop Boys a Green Day) que nos proporcionará O Son do Camiño (y del que ya hablaremos con calma), vamos a repasar hoy qué hemos escuchado últimamente y qué nos ha puesto a cien.
Les hablaba el otro día de Iseo&Dodosound. El ilustrísimo dúo navarro triunfó a lo grande en la Capitol, el mismo sitio en donde hace años ya habían sembrado lo que pudimos ver ahora de forma palpable: una mancomunidad de seguidores tan fidedignos como animados, que no pararon de saltar y corear las letras de los viejos temas y de celebrar como es debido los recientes.
No mucho después, en el Riquela, nos maravillamos con esos frikis encantadores y salados llamados Trikornio, donde, entre otros, milita esa bajista tan curiosa llamada María Estrella, y que (y salvando las distancias), hizo lo mismo que Brian May, es decir: cambiar la investigación científica por el rock. Presentaban su hilarante Odio el plástico, con un subtítulo que reza: ¡¡¡Grandes fracasos!!!. Cogido al vuelo, alguno de sus temas nos deja claro por dónde van, como el que se llama Friday Night: “Friday Night fiestuki y a privar/ esta noche tengo que pillar. / Privo y privo sin parar/ como un animal/ y las chorbas por mi lado/ pasan sin mirar./ Ya voy ciego como ayer/ y aquí sigo sin joder,/ necesito privar más./ ¡Joder chorbo cómo vas!/ Esa me ha mirao/ quiere bacalao…”
En el mismo lugar, algunos días más tarde, entraron al trapo los excelentes rockabillies Mad Martin Trio, presentando un precioso vinilo de 7 pulgadas llamado Black&White. Pero, evidentemente, todos los fans agradecimos piezas anteriores, como las contenidas en el disco Tornado. Los hemos visto en muchas ocasiones (creo que la anterior tuvo lugar en la Carrilana, en la fiesta de inicio de la primavera), pero esta tuvo un interés suplementario: la participación de todos sus ex miembros, que fueron pasando ordenadamente, una canción tras otra, por el escenario. El resultado final fue, sencillamente, majestuoso…
Otro grupo veterano, los Grampoder de Roi Fernández y Martiño Suárez (con su hijo Tomás Cheda al saxo, cada vez más virtuoso y de veras brilante: uno insiste en la necesidad de que amplíe su repertorio) presentaban en la Sala Sónar su último vinilo (que hace el 3º): Amuleto. Uno recomendaría encarecidamente a todos nuestros lectores que escuchen (y vean) el vídeo de 4AM: penso en ti, al alcance de cualquiera en You Tube. Eso les dará una vaga idea de qué nivel se alcanzó en ese extraordinario concierto, atestado de personal, y donde todos nos lo pasamos magnífico…
Y lo último. Una sorpresa que nos dio el amigo Espiño en la Casa das Crechas. Presentaban dos nuevos temas: A viaxe de Lelo y Sen pena nin gloria (en palabras de Alfonso, “una fusión doo wop/bossa nova/jazz/hard rock”, que resultó, ¡Oh, sorpresa”, milagrosamente exacta). Por supuesto, sonaron sus conocidos Florinda, Louro, Ovni sobre o Val do Dubra (por cierto: nos enteramos de que en dicho lugar cierran las fiestas con esta extraña balada) o Flores, tambores e ilusións… A este hombre, definitivamente, no hay quien lo pare. Su entusiasmo es verdaderamente contagioso. Sus colegas son francamente competentes. Y su bajo truena como el de Jack Bruce, si me permiten la comparación. Otra joya más…