10 mayo, 2024
Luego de décadas mareando la perdiz, a inicios del presente siglo comenzaba a tomar cuerpo la vieja aspiración del Área de Compostela de contar con un servicio de Bomberos, concretada en el inicio de las obras del edificio que acogería dicho servicio en las inmediaciones de Salgueiriños. Problemas del sobrecoste de las obras chafaron el proyecto y la idea volvió a dormirse en el cajón de los olvidos de la política. Eso sí, entretanto, con casos tan absolutamente aberrantes y hasta peligrosos como los sucedidos en Aldea Nova, Oroso, Teo y otros, donde los equipos de extinción de otras localidades más lejanas tuvieron que acudir a los siniestros. En 2021 volvió la esperanza de resucitar el viejo proyecto, amparado en sendos informes de dos arquitectos que certificaban que el esqueleto de aquel primitivo edificio era aprovechable y que la prensa titulaba “el mazacote de Salgueiriños volverá a cobrar vida década y media después”. Y cuando esperábamos ver a las constructoras rematando el edificio, desde Raxoi se plantean ahora darle otro uso al inacabado mamotreto. ¿Cuánto tiempo más perderos buscando una nueva ubicación, redactando proyectos, planos…hasta contar con el edificio que el servicio se merece? Pues la política es así, ¡resolutiva!
UNA TESIS, LA DE PEDRO SANCHEZ, NO ORIGINAL PERO SÍ BIEN PAGADA. Las redes sociales nos tienen muy bien informados de a cómo anda, en precio actual, el cuarto y mitad delos obligatorios trabajos de fin de grado así como de los de fin de master. Lo que no acertamos a encontrar es el coste de una buena tesis que nos ayude a superar las exigencias de un tribunal con la máxima calificación. Pero lo sucedido con la de Pedro Sánchez puede ser un buen indicador para futuros vagos presidentes que quieran inflar su personal currículo a golpe de talonario, toda vez que los tribunales parecen tan propicios a dejarse engañar. Y un buen indicativo es el generoso “regalo” que el Gobierno acaba de hacer a Carlos Ocaña, un funcionario de cierta cualificación en el Gobierno de Zapatero y a la sombra del ministro Miguel Sebastián, que aparecía firmando como autor un libro en el que el presidente Sánchez figuraba como director y que era un remedo de la tesis presidencial. Blanco y en botella… Pues bien, la dádiva, eso sí pagada con pólvora del rey, le supondrá, como consejero de Telefónica, unos ingresos en torno a los 211.000 euros anuales, sin contar los 1.000 euros por cada reunión asistida o los 11.200 euros por cada una de las áreas consultivas o de control a las que puede pertenecer. Todo ello, compatible con el sueldo actual como adjunto al Director General del Real Madrid –que hasta el mejor escribano echa un borrón-. La pregunta que se nos ocurre es si ¿es decente que un presidente del Gobierno pague con decisiones gubernativas sus favores personales?