9 mayo, 2024
FISCAL ÁLVARO GARCÍA ORTIZ… DE AQUELLOS POLVOS… No soplan vientos bonancibles en la cúpula de la Fiscalía General del Estado. Sí, esa que depende de quien sabemos, “pues eso”. Sendas decisiones, conocidas el martes, del Tribunal Supremo anulando la designación de Dolores Delgado como fiscal de Memoria Democrática –un manifiesto oxímoron- y del Tribunal Superior de Justicia de Madrid admitiendo a trámite la querella de la pareja de la presidenta Ayuso y, en la misma causa y como acusación pública, del Colegio de Abogados de Madrid, vienen a suponer un varapalo directo y sin paliativos contra decisiones de la Fiscalía General que, una vez más, queda a los pies de los caballos por su intervencionismo y parcialidad. Tales que en cualquier país con un mínimo respeto democrático debiera suponer la dimisión del Fiscal General, por el segundo “regalo” a su mentora que tira la Justicia y a su mano derecha, la tenienta fiscal María Ángeles Sánchez Conde, por querer imponer su criterio contra la admisión de las querellas del novio de Ayuso, que defendía contraviento y marea la fiscal María de la O Silva, de ascendencia compostelana, y que le costó ser apartada del caso. ¿Vendrá de aquellos pecados de juventud del fiscal Ortiz, entonces en Compostela, en sus reuniones con el PSdG, esa “obediencia debida” a los designios del Presidente Sánchez? ¿Sabe Ortiz que en el caso de Ayuso su propio cargo se verá sujeto a instrucción sumarial?
CASA CORNIDE, FIARLO TODO AL CORREO ORDINARIO. El fragor político por eliminar de la faz de la tierra cuanto tenga que ver con el dictador Franco –como si la historia pudiera tacharse así, de un borrón, como hacen algunos libros de texto- ha llevado a asociaciones e instituciones a una suerte de reconquista de los bienes de la familia, que más tienen que ver con una suerte de okupación o de rapiña que con el debido proceso judicial que el derecho a la propiedad contempla con las leyes vigentes. Y lograda la loma del pazo de Meirás, las tropas se encaminaron ahora hacia la coruñesa Casa de Cornide, por fin declarada BIC en 2023, salvaguarda que obliga a la propiedad a la apertura al público cuatro días a la semana. Exigencia que no deja de ser pírrica en lo fáctico, pero sublime en lo simbólico por parte de quienes quieren reescribir la historia. Pues bien, si tanto fervor popular existe por conocer las interioridades del viejo caserón ¿es de recibo que el titular de Cultura demande por carta ordinaria, sin siquiera tener constancia de su recepción por el destinatario, para que se cumpla la ley? ¿Es el fuero o el huevo? ¿o un simple déja vu?