30 abril, 2024
Hoy, el día recibió a las peregrinas con un radiante sol, después de las intensas lluvias de las etapas anteriores. Su jornada comenzó a las 8 de la mañana, con la esperanza y el deseo de que sería más amena. Partieron desde Pontevedra, su nuevo punto de salida, con destino a Caldas de Reis.
En el recorrido, hicieron una parada en la Iglesia de Santa María de Alba y luego, continuaron por la comarca del Salnés, donde pudieron apreciar la naturaleza en su estado más puro: desde las cascadas del río Barosa, hasta los viñedos, bosques y paseos fluviales. En la encantadora localidad de Briallos, se detuvieron para admirar los retablos, tanto barrocos como renacentistas de su iglesia, además de su arquitectura.
Al llegar al mediodía a Caldas de Reis, las ampollas en los pies comenzaron a hacerse sentir. Sin embargo, su ánimo seguía intacto, tenían la firme convicción de que nada podría detener el deseo de llegar a Santiago. Aunque el cansancio y el dolor físico las acompañaban, encontraban el consuelo y satisfacción personal que les brindaba el Camino en sus corazones.
A pesar de todo, aún tuvieron tiempo para visitar el bullicioso balneario de Cuntis, repleto de peregrinos. Esta nueva etapa quedará marcada no sólo en sus heridas físicas, sino también en sus corazones.