30 abril, 2024
EL `JUGUETITO´ DEL LITORAL. Existen serias sospechas de que las concesiones competenciales del Estado a ciertas Autonomías para la gestión del litoral obedecieron nada más que a condicionantes partidistas, ni siquiera políticos, como compra de unos votos. Es decir, el rigor se supedita una vez más a la conveniencia. Y la Xunta quiso apuntarse a ese café para todos que no deja de ser una atrabiliaria cesión de responsabilidades sobre el medio costero que debiera responder a una legislación uniforme y a una gestión conjunta. Pero pedir a los políticos que miren más allá de sus conveniencias es pura entelequia. Pues bien, con el caramelo ya en manos del Gobierno autonómico ¿se regirá su gestión por esas ocurrencias de los paseos marítimos que luego nadie cuida o se acometerá de vez la gestión del territorio, esa que nunca se da hecho para el conjunto de la Comunidad? ¿Se primará la adecuación de la economía al medio o nos inventaremos nuevos chiringuitos, más pisos turísticos y hasta nuevos faros-hotel para solaz de turistas de a patacón que nos visitan solamente un mes al año? ¿Tendrá la industria de transformación de productos marinos la prioridad que nuestra economía necesita?. Dudas tenemos.
MUÑIDORES DE LO PÚBLICO. No habían pasado ni veinticuatro horas de la toma de posesión del presidente de la Xunta y los habituales `abajo firmantes´ ya habían lanzado a través de la prensa escrita la primera de las advertencias sobre la importante tarea que realizan…, sin necesidad de ser más explícitos. El mensaje estaba claro. Tan claro que antes de cumplirse la semana, el gabinete de Comunicación de la Xunta distribuía la correspondiente firma garantizadora del status quo habitual. Y aún faltan los otros, los más grandes muñidores y que se consideran a sí mismos depositarios de las esencias culturales del país. Visita ya hubo. ¿También con el nuevo Gobierno autonómico seguirá la política de dinero por paz social?
ADHESIONES INQUEBRANTABLES. Fue anunciar Sánchez su deseo de encerrarse para resolver su particular duda hamletiana y aparecer, como setas tempraneras, prietas las filas, la tradicional cohorte de los fieles a la causa. Con tanto fervor de hooligans como ceguera y parcialidad manifiesta en lo que escriben. Sin desechar esas verdades a medias que acaban siendo la peor de las mentiras. Y uno se pregunta ¿Nunca se acabarán de pagar los favores por el carguillo obtenido en su día –incluso en la Autonomía- o acaso esperarán que la diosa fortuna, siempre caprichosa y más en las manos de Sánchez, vuelva para permitir exhibir las propias incompetencias? ¿A tal grado de renuncia de la propia imagen llega ese servilismo? Pero si uno de esos hooligans llegó a ministro con la organización de una cena mitin, ¿qué no se logrará elogiando los duros sacrificios, incluso de índole familiar, que Sánchez tiene que asumir para llevaros a todo al paraíso?