6 abril, 2024
El informe anual A Liña do Galego, elaborado por A Mesa pola Normalización Lingüística, revela que en el año 2023 se procesaron 1.129 expedientes, la cifra más alta desde la creación de este servicio. Sin embargo, las felicitaciones han disminuido en comparación con el año 2022.
Marcos Maceira, presidente de A Mesa, presentó este viernes en Santiago de Compostela el informe correspondiente al año 2023. De los 650 expedientes, la mayoría fueron consultas, seguidas por 450 quejas. Además, sólo se recibieron 29 felicitaciones a empresas por su correcto uso del gallego.
Entre las causas de queja se destacan la discriminación y exclusión por el uso del gallego en las administraciones públicas y empresas privadas (28%), la deturpación de la toponimia (25%), y la falta de presencia del gallego en páginas web y otros servicios digitales (22%).
La administración autonómica de Galicia y, especialmente, las Consellerías de Sanidade y de Educación, son las que concentran, como ha expuesto la Mesa en rueda de prensa, el mayor número de reclamaciones en el ámbito público, mientras que las empresas privadas siguen vulnerando el derecho al uso de la lengua propia en gran medida.
Maceira también ha indicado que “un extremismo españolista” insiste en la deturpación de la toponimia y en todo lo que tenga que ver con “la nominación de cualquier característica que nos identifique como pueblo”, pero también ha dicho que “hay una capacidad de resistencia de parte del pueblo gallego que hay que destacar” y que la mayoría de la sociedad quiere que “se respeten los nombres que el pueblo gallego le dio a esos lugares”.
Soledad Agra, diputada de Lingua de la Diputación de A Coruña, que colabora con A Liña, ha destacado en este mismo acto el incremento de la partida presupuestaria para ayudar al funcionamiento del servicio con 40.000 euros y ha animado a todo el mundo a “que se moleste en pedir que lo atiendan en su propio idioma”, ya que las estadísticas en cuanto al uso del gallego “son descorazonadoras”. Finalmente, ha insistido en que “la mejor manera de defender al gallego es hablándolo”.