2 abril, 2024
Diario de Santiago. Para una periodista nacida en la Alameda, en un sanatorio que ya no existe, no puede haber mayor honor que colaborar con un periódico que lleva el nombre de Santiago en su cabecera. Escribir en diario digital, que entra directamente en tu casa, en tu despacho, hasta en la cocina y el dormitorio a través de internet, formar parte de sus colaboradores es un lujo.
Se inicia una nueva aventura profesional en un medio que nace con ilusión y con la esperanza de participar en la vida de una ciudad como Santiago, villa universitaria, lugar de cultura y de encuentro, capital de Galicia. Todo un reto. Incluso un desafío. Son muchos los que participan en este proyecto al que se han sumado emprendedores de muy distintas trayectorias, biografías e ideologías. Se harán eco y recogerán las inquietudes, esperanzas, preocupaciones y dichas de los compostelanos y de quienes sin residir en Santiago se sienten cerca de Compostela.
Nacer el Domingo de Resurrección puede ser un símbolo de lo que espera un medio como éste, y que cada uno interprete como quiera la palabra “resurrección”. Este diario es también una apuesta de futuro, cuando el futuro no se presenta precisamente claro.
La profesión no atraviesa un buen momento. Miles de periodistas salidos de las facultades no acaban de encontrar su primer trabajo ni ver perspectivas de encontrarlo a corto plazo, pero hay que enviarles un mensaje de esperanza. Los que ya contamos con cierta edad y tenemos mucha “mili” a nuestras espaldas sabemos que la vida es una permanente carrera de obstáculos, pero al final se acaba alcanzando el objetivo que nos habíamos marcado. Lo decía un ilustre gallego, Cela: el que resiste gana. Añado algo a esa reflexión: el que resiste gana, aunque hay que luchar por ese objetivo.
Sin embargo, hay que ser realistas: no contamos hoy con los mejores políticos para dirigir este país. Pero llegarán tiempos mejores, sin duda, entre otras razones porque no se puede prolongar la cuesta abajo indefinidamente. Y porque además frente a gobernantes sin palabra y con escaso respeto a las instituciones y a la Constitución, contamos con jueces y fiscales que anteponen sus profesionalidad y su defensa a ultranza de la ley, para poner pie en pared contra pretenden imponer iniciativas de dudosa legalidad, que se asocian con partidos y políticos que siempre consideraron indeseables, y que son capaces de cualquier bajeza con tal de mantenerse en el poder.
No están solos esos jueces y fiscales. Cuentan con el trabajo de un número destacado de periodistas con la intención irrenunciable de pelear por una España mejor. También ellos ponen pie en pared contra quienes desde el poder, intentan callar a quienes denuncian sus métodos para perpetuarse en el poder.
Nace el Diario de Santiago en tiempos convulsos, pero sin miedo a defender la verdad, recoger opiniones distintas y contar lo que sucede en Santiago, en España y en el mundo.