13 septiembre, 2024
Me entristece y a la vez me irrita cuando oigo en entrevistas, intervenciones de personas de todos los ámbitos profesionales, sus carencias culturales y las barbaridades que dicen por ignorancia y falta de formación.
He seleccionado, desde mi punto de vista y después de participar en tareas educativas durante casi cuarenta años de mi vida, estas definiciones sobre educación:
La educación es uno de los factores que más influye en el avance y progreso de las personas y las sociedades. Además de proveer conocimientos, la educación enriquece la cultura, el espíritu, los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos. La educación es necesaria en todos los sentidos.
Un país no es rico porque tenga petróleo, un país es rico cuando tiene educación (Antonio Escohotado).
Educar es poesía, ciencia y filosofía.
Desde nuestra transición política (1975-1982), no hemos sido capaces de hacer un pacto de estado en educación para que en cada rincón de nuestra geografía se unificaran los planes de estudio y todos nuestros compatriotas tuvieran una misma educación de calidad. Después de la infinidad de planes de estudio cambiados al antojo de los partidos que llegaban al poder, ahora tenemos las consecuencias, y ahí están los informes a nivel internacional de cómo están formados nuestros ciudadanos en comparación con otros países; estamos en unos niveles muy bajos.
España tiene la tasa de abandono temprano más alta de la eurozona. En el año 2023, un 14 % de los jóvenes de entre 18 y 24 años abandonaron la educación sin completar el bachillerato ni la FP. Según el informe PISA de la OCDE, ha bajado el nivel del alumnado en matemáticas, lectura y ciencia. España duplica la tasa de repetición escolar de la OCDE: el 22 % de los estudiantes de 15 años ha repetido curso al menos una vez.
¿Cómo se arregla este grave problema que tenemos en nuestro país?
Las comparaciones son odiosas, y habrá muchas personas que, de todo lo que expongo aquí, me tacharán de retrógrado, carca, etc., y dirán que lo que nos metieron en nuestras cabezas con aquellos planes de estudio sirvió de poco, que era antipedagógico; pues yo afirmo con rotundidad y por mi experiencia en las aulas, que no estoy nada de acuerdo con esas opiniones. Aprendimos muchísimo, ejercitamos las funciones cognitivas más importantes: la atención, la orientación, la memoria, el lenguaje, la cognición social, las habilidades visoespaciales y el razonamiento.
Hay que elevar el nivel de exigencia por igual en toda España, utilizando, como es natural, las nuevas tecnologías, pero sin olvidar nunca las capacidades y el esfuerzo de cada uno de los docentes. No se puede hacer como se hace ahora, tabla rasa para todos. Cada alumno es diferente: unos maduran antes y otros más tarde, y también tienen capacidades diferentes; pero esto no quiere decir nada, a todos hay que atender de igual forma, para que progresen.
En casa de mis padres aparecieron unas libretas que me trajeron mis hermanos y me las entregaron hace unos días. Estas libretas son del curso 1964-65; yo tenía nueve años y cursaba, según el plan de estudios de aquellos años, 1.º de bachillerato. A continuación cuento lo que figura en esas libretas y que recuerdo perfectamente:
Matemáticas:
Problemas de áreas complicados… nos hacían pensar.
Problemas de regla de tres, sistema métrico decimal (fanegas, @ y otras medidas).
Fracciones, números romanos complicados.
Lengua:
Análisis morfológico de todas las partes de la oración.
Dictados (diarios) relacionados con todas las asignaturas (Historia, Literatura, Gramática, Sintaxis, Física, Biología, Botánica, Zoología, Religión, Urbanidad, Hazañas y personajes distinguidos).
Las faltas del dictado se repetían tres veces.
Redacciones (igual que los dictados, se aplicaban a todas las asignaturas).
Geografía:
Ríos, vertientes, accidentes costeros, islas, cordilleras, regiones, provincias, comarcas, etc.
Ciencias Naturales:
El reino animal, vegetal y mineral, muy extenso.
Globalización de las asignaturas, interrelacionando contenidos.
En resumen, el que tenga interés en ver esta fuente de información (mis libretas de niño) está a su disposición.
Por último, espero y deseo con todas mis fuerzas que nuestros representantes políticos, sean de la ideología que sean, tomen nota de este gran problema que tenemos y que tanto desastre está ocasionando a nuestra nación. Por favor, no olviden nunca que un país culto es un país libre, que jamás será manipulado.